Viajes a Lanzarote con mucho Flowo

Lanzarote es una isla que llama la atención por su paisaje volcánico, fruto de las erupciones que tuvieron lugar en el Parque Nacional de Timanfaya en 1730. Pero tras la lava, la vegetación siempre vuelve a hacerse paso. Por eso, el negro y el verde son los dos colores que más abundan en esta isla, junto al blanco de sus casas. Si no quieres perderte los imprescindibles, ¡esto es lo que tienes que ver en Lanzarote!

Timanfaya

El parque volcánico en una parada obligatoria, porque allí podrás conocer la historia de la isla y cómo se ha ido formando, así como las consecuencias de las últimas erupciones, que sepultaron a más de una decena de pueblos. Además de parque nacional, es una Zona de reserva, por lo que alrededor del 90% del territorio no se ha alterado. ¡Y son más de 50 km²! La intensidad del negro se combina con las rocas anaranjadas y los ocres. Las zonas más visitadas son la Montaña de Fuego y Montaña Rajada, el Pico Partido o la Caldera de Rilla. Pero si no sabes bien dónde ir, opta por la ruta de los volcanes, que es guiada.

Jameos del Agua

Obra de César Manrique, el artista que combinó el arte con el cuidado del entorno natural de las islas, este lugar representa un viaje hacia el centro de la Tierra y está inspirado en un túnel volcánico que se creó tras la erupción del Volcán de la Corona, y de hecho, este sitio está situado junto a una parte del túnel. En su interior, podrás observar un lago natural, que se forma por la filtración del agua del mar, que queda por encima. Además, hay una piscina, un centro sobre volcanes y un auditorio.

Cueva de los Verdes

La Cueva de los Verdes es el túnel volcánico que provocó el Volcán de la Corona y que se encuentra en Haría. Se compone de tres galerías superpuestas y que están conectadas entre sí, con zonas de gran altura, pero también con zonas de espejismos. En algunas paredes se observa aún la marca del paso de la lava. Algunos espacios de interés una vez dentro son la Garganta de la Muerte, la Puerta Mora o la Sala de las Estetas.

Mirador del Río

También creado por César Manrique, este mirador está situado en el Risco de Famara, desde donde se obtienen excelentes panorámicas del archipiélago Chinijo. Por su cuidado para no alterar el paisaje natural, la existencia de este mirador pasa desapercibida desde fuera. Sin embargo, en su interior hay un pasillo, una sala central con cafetería y un enorme ventanal que hace de mirador. Desde allí podrás ver a La Graciosa y a los islotes que hay junto a ella.

Los Hervideros

La naturaleza vuelve a ser caprichosa en este lugar de la costa suroeste. La lava que llegó hasta la costa y que se solidificó con rapidez, para luego ser erosionada. Cuando el mar está agitado, embiste contra la pared de lava y el agua rebote; en ese momento, esta se queda suspendida en el aire como en una nube, por lo que da la sensación de que está hirviendo.

Playas

Pero además de espectáculos como este, las erupciones volcánicas han formado preciosas playas de arena negra, aunque curiosamente, también las hay de arena clara. La más popular es la de Papagayo, que forma parte del Parque Natural de los Ajaches y que tiene un coste de tres euros por ser una zona protegida. Otras recomendables son Playa Mujeres, Caleta del Congrio, Caletón de San Marcial o Playa Puerto Muelas.

La gastronomía de la isla de Lanzarote es el fruto de la combinación de las características de su orografía y de las costumbres locales y que son herencia de su pasado colonial. El resultado son platos muy sabrosos que proceden de sus tierras volcánicas o de su océano. Si quieres sorprender a tu paladar, ¡no dejes de probar los platos típicos de Lanzarote!

Papas arrugadas con mojo

Si ya has visitado con anterioridad otras islas del archipiélago canario, no te sorprenderá este plato, pues está presente en cada una de ellas, así como en prácticamente todos los restaurantes de Lanzarote. Reciben este nombre porque tras la cocción lenta con agua muy salada, su piel se termina arrugando. Se sirven acompañas de mojo, las salsas típicas de las islas; uno verde, con cilantro, y el otro rojo, con pimentón.

Pescado fresco

En todas las zonas costeras podrás disfrutar de un buen pescado fresco, que se sirven a la plancha, frito o al horno. Los más comunes son la sama, el cherne, la corvina o la vieja, pero también la morena, que se come frita y que es muy apreciada por su intenso sabor. Por lo general, se acompaña de papas y mojo.

Pulpo y marisco

Nada como una tapa de pulpo guisado o frito, o de lapas a la plancha con mojo por encima o una salsa de aceite de oliva, sal, perejil, ajo y vino blanco. ¡Toda una delicia!

Atún en adobo

El atún es otro de los pescados que más se consumen en la isla, que se come en adobo. Esto es, en un majado que se prepara con ajos, laurel, pimienta y pimentón, vinagre y otras especias. Así la carne obtiene una textura muy jugosa y un excelente sabor.

Bienmesabe

Además de platos principales, también hay lugar para los postres, y es que a nadie le amarga un dulce. El bienmesabe es una especie de mousse muy espeso y dulce, ya que se prepara con almendras, azúcar, huevo y limón. En algunos locales, es habitual servirlo con helado por encima.

Vinos con denominación de origen

Lanzarote es una isla con tradición vinícola, y el sabor de sus vinos viene marcado por las características volcánicas de la tierra donde se plantan las uvas. Obtuvo la denominación de origen en 1993 y cuenta con variedades blancas, como la Malvasía, breval, burrablanca, diego, moscatel, listán blanco, Pedro Ximénez; y tintas, como el listán negro o negra común y la negramoll.

Quesos

Y qué mejor para acompañar un vino que un queso elaborado en la propia isla. Se preparan por lo general con leche cruda de cabra y de alto valor nutritivo, ya que se utiliza la técnica de la coagulación enzimática. La variedad de quesos es muy amplia, y podrás elegir entre queso fresco, curado, semicurado y tierno.